"A lo largo de toda mi vida constantemente he profundizado
en mí el amor al Niño Jesús".
en mí el amor al Niño Jesús".
El Siervos de Dios P. Anselmo de San Andrés Corsini (en el siglo Maciej Józef Gondek) nació el 24 de febrero de 1884 en Marszowice, Diócesis de Cracovia (Polonia). En 1895 ingresa como alumno del colegio de los Carmelitas Descalzos en Wadowice. Aquí conoció y tuvo como guía espiritual a San Rafael Kalinowski. En 1901 recibió en Czerna el santo hábito del Carmen y el 17 de agosto de 1902 emitió sus votos religiosos. En su tiempo de novicio toma conciencia de que él es "hijo de María". Se consagra a la Madre de Dios, y realiza su compromiso personal: "Quiero y debo ser santo", al que será fiel toda su vida.
Estudió Teología en Roma, donde el 25 de julio de 1907 fue ordenado presbítero. De1908 a 1918 enseña Teología en Cracovia, Linz y Viena. En esta última ciudad fue nombrado formador de los estudiantes Carmelitas Descalzos. Por entonces ya es reconocido como director espiritual y predicador de Ejercicios Espirituales. En Cracovia funda y dirige la Hermandad del Niño Jesús de Praga. De 1918 a 1920 fue elegido Prior de la comunidad de los Carmelitas Descalzos en Wadowice.
En el año 1920 es nombrado Provincial de la recién restaurada Provincia del Espíritu Santo de Polonia. Trabajó con mucho empeño para recuperar los antiguos conventos y monasterios que habían sido arrebatados ala Orden en tiempo de las leyes desamortizadoras. Con profunda solicitud pastoral, cuidaba la observancia de la vida conventual de las comunidades.
Estudió Teología en Roma, donde el 25 de julio de 1907 fue ordenado presbítero. De
En el año 1920 es nombrado Provincial de la recién restaurada Provincia del Espíritu Santo de Polonia. Trabajó con mucho empeño para recuperar los antiguos conventos y monasterios que habían sido arrebatados a
P. Anselmo con las Carmelitas del Niño Jesús
El 1921, junto a la Sierva de Dios Madre Teresa Kierocińska, funda el Instituto de las Hermanas Carmelitas del Niño Jesús, en Sosnowiec, Diócesis de Kielce, cuyo carisma consiste en la filiación a Dios mediante la sencillez del camino de la infancia espiritual de Santa Teresa del Niño Jesús, cuya figura propagó en Polonia.
En 1925 es llamado a Roma por el Prepósito General dela Orden para que organice el Colegio Internacional, situado junto a la Basílica de Santa Teresa, en el Corso d’Italia, del cual fue Rector entre los años 1926-1945. El mismo año de su llegada a Roma forma parte de la Comisión de la revisión de las Constituciones. Del año 1931 al 1947 desempeña los oficios de Definidor General y Visitador de la Orden. También fue nombrado por el Papa Pío XI Visitador Apostólico de los Seminarios Mayores en Polonia y de los Colegios Nacionales en Roma, así como Consultor de la Congregación de los Seminarios y Universidades Católicas de la Santa Sede. Tras su regreso a Polonia, el año 1947, fue elegido Provincial por tres veces.
El P. Anselmo fue un religioso santo y sabio. Con la solicitud amorosa de un padre se ocupó de mantener lo más elevado posible el nivel de la vida espiritual e intelectual de sus súbditos; así como también de las Religiosas Carmelitas del Niño Jesús, que hasta el día de hoy se han conservado en el buen espíritu y la observancia religiosa. Destacaba por un profundo amor a Dios y al prójimo, por la humildad, sencillez, rectitud y alegría de su vida. En su observancia de la vida religiosa y paciencia fue un ejemplo para todos sus Hermanos. Los últimos diez años de su vida los pasó en el convento de Lodz. Dedicado al apostolado de la oración, del sufrimiento y de la enseñanza por medio de las cartas. A pesar de las enfermedades y el sufrimiento, hasta el final de su vida fue fiel a la oración y a otros actos comunitarios de la vida religiosa.
En 1925 es llamado a Roma por el Prepósito General de
El P. Anselmo fue un religioso santo y sabio. Con la solicitud amorosa de un padre se ocupó de mantener lo más elevado posible el nivel de la vida espiritual e intelectual de sus súbditos; así como también de las Religiosas Carmelitas del Niño Jesús, que hasta el día de hoy se han conservado en el buen espíritu y la observancia religiosa. Destacaba por un profundo amor a Dios y al prójimo, por la humildad, sencillez, rectitud y alegría de su vida. En su observancia de la vida religiosa y paciencia fue un ejemplo para todos sus Hermanos. Los últimos diez años de su vida los pasó en el convento de Lodz. Dedicado al apostolado de la oración, del sufrimiento y de la enseñanza por medio de las cartas. A pesar de las enfermedades y el sufrimiento, hasta el final de su vida fue fiel a la oración y a otros actos comunitarios de la vida religiosa.
Murió el 15 de octubre de 1969. Sus restos mortales, después de la exhumación del cementerio, están depositados en la iglesia de los Carmelitas Descalzos en Lodz. El proceso canónico de beatificación comenzó en la Archidiócesis de Lodz el 2 de febrero del año 2002.
