Este blog es realizado por un grupo de seglares, enamorados del Carmelo Descalzo, que quieren dar a conocer la figura de este insigne hijo de Santa Teresa del s. XX. Eminente Carmelita Descalzo de la Provincia de Castilla, durante 35 años fue confesor y director espiritual de Santa Maravillas de Jesús. Restauró el Santo Desierto de San José de las Batuecas, donde vivió 23 años entregado en soledad a la oración y el sacrificio. Allí definitivamente se unió con el Amado el 14 de junio de 1989 en olor de santidad.


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Sufra a solas con Dios y déjese abrazar por su Amor


JM + JT



20 de septiembre de 1973

Hna N.N., Carmelita Descalza

Muy amada Hna. N.N. en nuestro Señor. Él la abrase en su amor y déjese abrasar. Recibo su carta y quiero contestarla según Dios me dé a entender y no se necesita ser largo sino brevísimo.

Veo claramente las angustias que está pasando y está deseando salir de esas angustias. Está en la jaula de Dios y no quiera, como pájaro que busca salir a la atmósfera, no quiera, digo, salir de la jaula de Dios, que es la mano amorosa de Dios. No ande haciendo confesiones, ni buscando qué pecados tendrá que confesar o tendrá que no haya confesado. Deje en absoluto todo eso y póngase en la mano de Dios y déjese que es Dios quien la tiene y aprieta.       

Eso que siente es la mayor gracia que el Señor la ha hecho en su vida. No es porque esté en pecado ni ande buscando nada. Es que Dios quiere hacer otra obra y prepararla. Cuando V.C. taladraba las cuentas de los rosarios, ellas se dejaban taladrar y si no se hubieran dejado, nunca hubieran sido cuentas de rosario. No sabían ellas para qué las taladraba, lo sabía V.C. que lo hacía. Déjese V.C. en las manos de Dios; deje que Dios apriete, pídale constancia y en todo se amolde a su voluntad; acompáñele mucho, mucho, en silencio, o dándole gracias, o pidiéndole, o santamente quejándose, pero no se salga ni quiera salirse de la mano de Dios que aprieta, y hace lo que V.C. ni sabe hacer, ni puede hacer, ni se atrevería a hacer. No ande por lo tanto ni inquieta, ni consultando a varios. Comuníquelo con humildad a la superiora y al confesor. No busque consuelo, que seria querer salirse de la jaula o de la mano de Dios y que Dios no obrara lo que quiere obrar en su alma porque V.C. no le dejaba y además tampoco encontraría consuelo donde le buscara, porque Dios no lo quiere lo busque en los hombres y no le dirían lo que V.C. desearía. Sufra a solas con Dios y déjese apretar en las manos de Dios que es abrazar fuertemente con sus brazos poderosos; pero es abrazo de amor y abraza porque ama. ¿Está claro? Dios quiere que sufra en silencio y los hombres no podemos darla consuelo o quitarla el sufrimiento, porque Dios no podría obrar su obra de amor en su alma. Déjese limpiar e iluminar. O sea: Déjese deshacer para que Dios mismo la transforme. Y esto se lo digo con toda seguridad y creo que muy claramente. Si Dios quiere darle ese pequeño consuelo de seguridad, me entenderá. Si Dios no quiere dársele, tampoco me entenderá y a sufrir sola con Dios en silencio.

Y pida por mí que se lo digo y aconsejo. Yo pido por V.C. para que salga del sufrimiento tan limpia como Dios quiere y lo ofrezca por la santidad de las órdenes religiosas y de todos los sacerdotes. Hay que amar y expiar con Expiación de Dios. A ser santa. Déjese que Dios la labre y haga santa. Se la ofrece afmo. y menor hermano que la ama en el Señor.

Fr. Valentín de San José

P.D. No se extrañe que se alargue el tiempo de la ansiedad y tribulación

"Quiero ir a ver a Dios, deseo ver a Dios"

El P. Valentín en el penúltimo día de su vida,
que por estar recuperado y animado se le sacó
a dar un paseo por el campo en silla de ruedas. 
En el 22º aniversario de la muerte de nuestro querido Padre Valentín, le queremos pedir por todas las intenciones de nuestros lectores. Sobre todo le pedimos que por su intercesión sepamos amar, como él lo hizo, a Nuestra Madre la Virgen y a su Hijo. Que solamente tengamos esos Sagrados Nombres en nuestros corazones: Jesús y María.

Transcribimos a continuación los últimos momentos de la vida del P. Valentín, que como testigo directo y Prior del Santo Desierto de Batuecas, nos dejó escrito el querido P. Matías del Niño Jesús:

“El P. Valentín, que con tanto gozo había escrito el libro Alegría de morir, sufrió en los últimos diez años la agonía del temor a la muerte y a la condenación eterna. Dios le probó y decía que sufría terriblemente.

Yo le decía contra esos temores que tenía puesto el Santo Escapulario, que confiara en las promesas del Sagrado Corazón y en la buena muerte que concede N.P. San José a sus devotos (oración a San José), pero era tal su Noche de Fe que me respondía: "Todo eso es verdad, pero en esos momentos no me acuerdo de nada".

Sin embargo, en tal noche de fe purificadora anhelaba el Cielo para gozar de aquella dicha que con tanto regusto describe en su libro Yo en Dios o el cielo. En sus papeles había uno suelto con esta exclamación:

"Señor mío y Dios mío, Ser soberano, Bondad infinita, ¡Dios, Dios, Dios! Uno y Trino; Dios toda verdad y toda la verdad infinita. Amor infinito en infinito gozo, Bien supremo, Creador y dador de todos los bienes a todos los seres. Hermosura y Belleza infinita; delicia, encanto, felicidad y dicha infinita en Ti mismo y la comunicas y haces felices a los ángeles gloriosos y a los bienaventurados. Altísima Providencia, que eternamente en tu Sabiduría infinita lo has detallado todo y en tu Omnipotencia lo realizas. Padre amorosísimo y bondadosísimo, ten misericordia de mí, ¡sálvame, santifícame!".

En los quince días anteriores a su muerte le desaparecieron todos los temores cumpliéndose en él lo que dice en Alegría de morir (cap. XXV): "Antes de que llegue el momento de partir de la tierra, el Señor borra ordinariamente los temores de las almas que los padecían, ya fueran pruebas especiales del mismo Dios, ya temor de la naturaleza". En estos mismos días yo le dije varias veces que ya no se moría, pues estaba curado de la enfermedad, y él me respondía:

"Quiero ir a ver a Dios, deseo ver a Dios"

En los últimos años padeció de mala circulación en las piernas lo que le producía llagas, pero se había curado hasta que se le agravó una pierna durante el último año y medio con dos grandes úlceras. Se estuvo defendiendo para andar y asistir con dificultad a los actos comunes con alguna caída, y en los seis o siete meses finales ya no podía caminar sino con un instrumento de ruedas. Al fin fue llevado en carrito a concelebrar la Misa de Comunidad sentado y a algún otro acto de recreo o colación. Todos los religiosos le atendían y curaban. Dos meses antes de morir se le complicó con una enorme retención de orina, que le impidió durante un mes salir de la celda ni para concelebrar, y también tuvo insuficiencia cardíaca. En este tiempo, cuando iba a su celda a llevarle la comida o a visitarle, le encontraba algunos días sentado leyendo en el “Devocionario Carmelitano” (con letra grande) y al preguntarle qué hacía me respondía: "Estoy haciéndome la recomendación de mi alma", poniendo especial acento de afecto en las palabras "mi alma". Me dijo alguna vez que la leía todos esos días.

De todo llegó a curarse y desapareció el peligro de muerte en los veinte días últimos, de tal manera que comenzaba a normalizar su vida después de tantos meses impedido, tiempo en que dio ejemplo de una perfecta y alegre paciencia en la enfermedad y en las curas, día y noche con el Rosario en mano y el Crucifijo delante o colgado al cuello, a los que llamaba "mis armas" al vestirle o desnudarle.

Como en los últimos meses aumentó la falta de vista, ya no leía casi nada, por lo que se pasaba día y noche rezando rosarios hasta nueve o diez, para lo cual usaba dos que tenía, uno en la cama y otro en la mesa, con lo que se aseguraba no faltarle al cambiar de sitio. Otros ratos los empleaba en oración mental, pero se lamentaba con frecuencia que no podía hacerla debidamente y decía:

"Yo que he escrito tanto y hablado tanto sobre la oración y enseñado a hacerla, ahora no sé hacer oración, no se hacer oración".

El último medio año comía en la celda y yo le llevaba todo y puedo asegurar que jamás se quejó de ningún alimento.

Pasaba las noches sin casi conciliar el sueño y cuando iba a verle a primera hora y preguntarle, me decía algunas veces que no había dormido y había estado toda la noche ante el Sagrario (por supuesto que en espíritu, porque de la celda no podía salir). Durante la enfermedad hacía las confesiones como si fuera la última; la Santa Unción insistía en pedirla; algunos días al llevarle a concelebrar decía: "Vamos a decir la Misa con todo fervor como si fuera la última". Así la celebró el último día de junio. Le acostamos tranquilo, contentos de verle tan bueno, pero no amaneció, pues antes de la aurora falleció suavemente, a las tres y media solares. Así que la Santa Misa le sirvió de Viático. Se había confesado conmigo hacía tres o cuatro días y había recibido la Santa Unción con mucha anticipación".

* Fr. Matías del Niño Jesús OCD: Beata Maravillas y su Confesor y Consultor P. Valentín. Desierto de San José de Batuecas (Salamanca), 2000. 112-116 pp.

Ofrecimiento al martirio del P. Valentín y los novicios


En la década de los años 30, la postura anticatólica de la Segunda República iba en aumento. La persecución desembocó en la terrible Guerra Civil Española en 1936. El P. Valentín no era ajeno a ello e intentaba aprovechar esos momentos donde la gracia del Martirio era una realidad (baste recordar que su hermano el Beato Eusebio del Niño Jesús murió mártir). Por estos años en su oración deseaba la mayor gracia y testimonio que se puede dar a Nuestro Señor que es dar la vida por Él. También sufría por tantas ofensas como se estaban cometiendo contra el Santísimo Sacramento, la Iglesia y sus ministros y en la medida de lo posible intentaba desagraviar al Señor.

Como muestra de todo ello, todos los años en la fiesta del Niño Jesús de Praga, titular y patrono de los noviciados y colegios carmelitanos, el P. Valentín enseñaba a sus novicios a hacer un ofrecimiento al martirio y rezaban por la conversión de España. Lo recitaban en común en el oratorio del noviciado, y un novicio daba una pequeña plática sobre su sentido. Es curioso hacer notar cómo el P.Valentín recurre a la Divina Misericordia para hacer frente a las fuerzas del maligno:

“Ofrecimiento y petición a Jesús Niño: ¡Oh, Niño Jesús! Ante tu real Presencia (en el sagrario) en este día en que de modo especial queremos festejarte y mostrarte nuestro amor, queremos hacerte juntamente con nuestro ofrecimiento una petición. Eres para nosotros nuestro Padre y nuestro Defensor. Ves cómo todo se levanta contra Ti y por tu Nombre santo contra nosotros... Los hombres se han cegado y se levantan soberbios contra Dios, que eres Tú, y quieren borrar hasta tu Nombre con tu Persona y tu doctrina. ¡Pierden las almas! ¡Oh, Niño bendito!, levántate, mueve tu diestra poderosa y confunde el error y la soberbia, y no consientas que el demonio arrastre al infierno las almas que Tú creaste para el Cielo, ¡no lo consienta tu Misericordia! Lo merecían nuestros pecados; merecíamos el abandono y destrucción, pero acuérdate ¡oh, Jesús!, de la Sangre que por nosotros derramastes y del perdón que para nosotros pediste desde la cruz y sálvanos. Si algo valiésemos nosotros, aquí nos tienes a tus novicios, los Carmelitas; gustosos te ofrecemos nuestras vidas, deseamos y te pedimos derramar nuestra sangre en testimonio de tu amor y para salvar almas. Defiende ¡oh Jesús!, tu Iglesia, confunde el error y sujeta al demonio. 

¿Y a quién iremos nosotros? Sólo, Señor, te tenemos a Ti. Tú eres nuestra defensa y nuestra fuerza. En tus manos ponemos nuestra vida y todas sus vicisitudes; danos amor y haz con nosotros lo que sea tu voluntad y tu gloria; pero consérvanos la paz interior. Sostén la santidad y observancia de las Órdenes Religiosas, el celo de tus sacerdotes, el fervor de los cristianos. Señor y Dios nuestro, vive en nuestros corazones; acepta nuestra ofrenda. Que nuestra sangre se mezcle con la tuya en la cruz y salva las almas. Que todos vivan en tu Iglesia y te amen. (Segovia, 21 de enero de 1932)”


Mártires Carmelitas Descalzos,
rogad por nosotros.



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