Este blog es realizado por un grupo de seglares, enamorados del Carmelo Descalzo, que quieren dar a conocer la figura de este insigne hijo de Santa Teresa del s. XX. Eminente Carmelita Descalzo de la Provincia de Castilla, durante 35 años fue confesor y director espiritual de Santa Maravillas de Jesús. Restauró el Santo Desierto de San José de las Batuecas, donde vivió 23 años entregado en soledad a la oración y el sacrificio. Allí definitivamente se unió con el Amado el 14 de junio de 1989 en olor de santidad.


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Apóstol del confesonario y la predicación en Madrid

A continuación transcribimos un testimonio de un dirigido del P. Valentín tras la muerte de éste:

Templo Nacional de Santa Teresa
Carmelitas Descalzos de Plaza España (Madrid)
"Impresionado profundamente por la defunción del Padre Valentín, de cuya dirección espiritual me beneficié durante muchos años, ¿qué juicio merece el Religioso más santo que he conocido?; cuya austeridad y recogimiento espiritual les presentaba a los religiosos y seglares como un trasunto de San Juan de la Cruz en el siglo XX. Corrían los años sesenta y el P. Valentín era el apóstol del confesonario en el Templo Nacional de Santa Teresa en Madrid. Pero donde su espiritualidad irradiaba con más fuerza sobre las multitudes que llenaban el Santuario Carmelitano, era al oír al gran apóstol, que con voz fuerte y encendida despertaba la conciencia y movía los corazones. Todos se beneficiaron de aquel gran orador sagrado que fue el P. Valentín. Su santidad corría de boca en boca. Apóstol del confesonario, apóstol del púlpito y director espiritual... lumbrera y estímulo en el camino de la santidad. ¡Qué gran santo tenía el Carmelo Descalzo!" (Dr. J.S.B, Terciario Carmelita)

La vida escondida y amorosa en Dios del Carmelo

P. Valentín en Batuecas bajo el
centenario árbol llamado del Amor
El P. Valentín, cuando lo eligieron Provincial del Carmen Descalzo por primera vez en 1939, escribió una Carta Exhortatoria a sus Hermanos. En ella expone las características propias del Carmelita Descalzo. Cuanto afirma son las virtudes y cualidades de que él estaba adornado; es como si reflejase su actuación y ejemplaridad y cuanto predicaba y aconsejaba en toda su actividad sacerdotal y carmelitana. Por lo tanto, se puede plenamente considerar su exhortación como si fuera su propia semblanza. Dice así:

"Vivamos nuestra vida de Carmelitas. El Carmelita es ante todo y sobre todo y siempre alma de vida interior, alma de oración, de andar en la presencia de Dios; vivir la caridad de Dios y la caridad de nuestros hermanos; la vida interior es tan imprescindible, que si de ella se carece, no hay Carmelita. Vivamos nuestra vida de Carmelitas observando con fidelidad y llenos de caridad nuestras leyes hasta en sus más pequeños ápices, porque son ápices del amor y en el amor de Dios todo es grande. Si la vivimos con amor, se nos hará, como lo es, sumamente regalada. Es la Orden del amor y el amor está dentro, en lo íntimo del corazón y el corazón escondido dentro del pecho, pero dando vida a todo el ser; no puede sacarse a la luz el corazón y seguir viviendo. Nuestra vida tiene que ser escondida y vivificada en Jesucristo. Es el vuelo hacia la luz, hacia el abrazo amoroso de Dios Nuestro Padre.

Nuestro Santos Padres (Teresa de Jesús y Juan de la Cruz) hicieron amables las penitencias, porque la vivían en íntimo amor, porque vivían la vida interior en ejercicio de oración y de presencia de Dios con la mirada de amor puesta en Dios; y como la penitencia prepara para la oración, la oración y el amor enseñan y estimulan a amar y practicar la penitencia hasta coronarse de ásperas espinas y escarnios, como se coronó Jesús.

Esta vida de amor, de humildad, de oración y abnegación, de delicadeza y alegría es la que yo pido a todos... No vinimos para correr mundo y conocer ciudades, sino para encerrarnos en un claustro silencioso y vivir la vida de amor; esa es nuestra vida... La Virgen Santísima es nuestra Madre amorosa y nos confía esto, a los superiores, en caridad, a los súbditos, en abnegación, a cada uno de nosotros en santidad y actualidad de amor; que seamos santos nos pide Nuestra Madre... ¡Oh, San José, te pedimos con la Iglesia, haznos vivir una vida pura y santa y que esté siempre segura en nosotros con tu Patrocinio!"

Carta Exhortatoria. Valladolid, 10 de mayo de 1939, p. 24

Oración al Glorioso San José compuesta por el P.Valentín

Extracto de la oración que compuso el P. Valentín de San José dirigida "Al abogado y Protector de este Desierto", Padre Nuestro San José, por las vocaciones y la santidad de los religiosos: 


"San José bendito... con la mejor voluntad de buscar la gloria de Dios en la santificación de las almas deseosas de ser totalmente de Dios escondidas en este rinconcito bajo la capa blanca de tu Santísima Esposa y de interceder más eficazmente por todas las almas... Si aún continúa siendo en estos tiempos de la gloria de Dios, santificación de las almas y bien de la Iglesia el que subsista con florecimiento, trae aquí santos religiosos para que amen y alaben a Dios. Intercede... para que vengan a entregarse y ofrecerse como víctimas santas y agradables muchos religiosos. Mueve la voluntad de los que aquí vivimos para que nos ofrezcamos eficazmente y crezcamos y crezcamos en gracia y amor." 

Nueva fundación de Carmelitas Descalzas en Cumbres Mayores (Huelva)

En la Diócesis de Huelva, en el municipio de Cumbres Mayores, se tiene previsto la construcción de un monasterio de Carmelitas Descalzas que tendrá por titular a la Divina Misericordia y a San José. Para tal fin se ha erigido canónicamente una Asociación Pública de Fieles con sede en la parroquia de San Miguel Arcángel de Cumbres Mayores, y que tiene por objeto desarrollar las diferentes tareas para la edificación del monasterio. Las Madres Carmelitas Descalzas de Constituciones de 1990 que habitarán el monasterio pertenecen a la comunidad de San Jerónimo, del Valle del Chumbao, en Andahuaylas (Perú). Se trata de una comunidad floreciente que ya lleva años enviando monjas a diversos monasterios españoles para ayudarlos. El monasterio estará situado junto a la Ermita de la Virgen de la Esperanza. Un lugar donde desde el s. XIV se concentraban varias ermitas donde se adoraba al Señor Dios Uno y Trino. Se encuentra a un kilómetro del pueblo aproximadamente y con buen acceso.

La Asociación Pública de Fieles “Divina Misericordia y San José” ha organizado varias rifas y eventos lúdico-fraternos para la consecución de medios necesarios para la construcción. Si deseas colaborar con un donativo lo puedes hacer en la siguiente cuenta de Banesto: 0030 – 4567 – 88 – 0858032273 ; concepto “monasterio”. Enviando tus datos a Asociación Divina Misericordia y San José, C/ Benito Moro 13. -21380 Cumbres Mayores- (Huelva), te remitirán el recibo de donación debidamente cumplimentado con posibilidad de desgravar en el IRPF.

La vocación del Carmelita Descalzo: su carisma

De la Exhortación del Provincial, P. Valentín de San José, a los Carmelitas Descalzos de la Provincia de San Elías de Castilla la Vieja.

DIOS EN MÍ - No para otra cosa el Señor me llamó a la vida del claustro. Yo estoy recogido en el convento en compañía y en la dulcísima mirada de Dios, mi Padre amantísimo y sapientísimo. Y mi Padre Celestial, fuente de toda hermosura y de toda delicia, está no sólo conmigo, sino en mí, en lo íntimo de mi alma, y está llenándome y saturándome de sus perfecciones y encantos.

Y en el convento, me insta con inspiraciones, gracias y llamadas especiales a que vuele hacia Él por el camino del amor y de la entrega abnegada. Que mire con gozo la cumbre de la perfección y no desmaye en propósito, ni acorte, ni retarde mi marcha, porque allí me espera Él para darme el abrazo de Padre y ponerme la corona de victoria y de gloria.

P. Valentín en las Batuecas

            CIENCIA DEL AMOR - Pero soy yo quien tengo que determinarme a ir hacia Dios, guiado por su voz y arrojarme en sus brazos de amor. Soy yo quien tengo que decidirme a negar mis apetitos y gustos para acompañar a Dios y estar en Dios; para dar confiado y esforzado el salto de las sombras de muerte y entrar en la luz y en la vida. Porque luz y vida es la perfección cristiana a la cual el Señor me ha llamado y me llama.

            El religioso ama, ora y busca orar y estar con Dios. En la oración se acompaña a Dios, se ama a Dios y se une con Dios. En la oración, Dios ama con amor especial el alma del religioso y la une consigo, que la oración es tratar de amor y ejercicio de amor. Dios enseña al alma en la oración la ciencia y la verdad del amor. Le habla de amor como no saben hablar los hombres y la concede, con su perfección prometida, un contento no soñado. El religioso en su oración es amado de Dios, el más íntimo y más inefable amador, y recibe fortaleza para recogerse dentro de sí mismo con Dios y encauzar y dirigir toda su energía y actividad hacia Dios, para ser sólo de la voluntad de Dios. En el trato y unión de la oración, comunica el Señor la fortaleza para despegarse de las cosas y gustos materiales, que disipan, entorpecen y manchan, y para sumergirse en el divino amor y entrarse a vivir en la luz y en la hermosura de Dios.

            Ésta es la suprema, más alta y más gustosa sabiduría. Esta es la sabiduría propia del religioso. Comparada con ella toda otra ciencia y sabiduría es insípida y toda hermosura es fealdad junto a ella. Dios ha llamado al religioso a poseer esta sabiduría y el que no la tiene es porque le ha faltado voluntad, decisión y constancia.

            En la posesión de esta sabiduría está el esplendor y la gloria de las Órdenes religiosas. Cuando la mayoría de los religiosos de una orden la adquieren, la Orden llegó a su edad o tiempo de oro.

            ¿Está nuestra Provincia en este feliz tiempo de oro...? ¿Yo, miembro de esta Provincia, vivo esta sabiduría y doy, en cuanto está de mi parte, este esplendor, el más noble y hermoso, a mí Provincia...?

            La Provincia será lo que yo sea, pues soy miembro de ella.
           
            El religioso que se sumerge en Dios, se siente lleno de tesoros divinos, y empapado en esencias de cielo. Ansía y se goza en tratar con Dios en la intimidad de la oración y del recogimiento, no queriendo salir de tanto bien.

            LA SOLEDAD - Para tratar de Dios y de su íntimo e inefable trato, el alma ha de ponerse en silencio y en soledad. Dios se comunica al alma en silencio interior y exterior. De voluntad y de sentidos. Dios llena al alma y pone su regalado amor en el alma silenciosa, vacía y atenta. No es posible amor de fuera, de disipación y de mundo y trato con Dios. El que guste del mundo, no es posible guste de Dios. Ya dice El: "La guiaré a soledad y la hablaré y la regalaré".

            Hermosa lección nos daba Fr. Luis de Granada cuando elegantemente escribió: "Para esta soledad y recogimiento interior, ayuda mucho, procurando el hombre excusar, cuanto le sea posible, todas las conversaciones, visitaciones, pláticas y cumplimientos del mundo, cuando no fuera por Dios, donde se pierde tanto tiempo y donde tantas veces se desmanda la lengua, y el ánima vuelve a casa llena de tantas imágenes y figuras, que cuando quiere recogerse, no puede sino con trabajo y dificultad: así viene a quejarse con el profeta, diciendo: Que no hallaba su corazón cuando lo buscaba. Ni debe hacer mucho caso de algunas quejas humanas, que sobre esto puede haber. Porque si a esto miramos, toda la vida se nos irá en visitaciones y cumplimientos y así nunca tendremos tiempo para lo que nos importa".

            El religioso Carmelita, por su vocación y por su profesión, es alma de Dios y de trato con Dios. Vive en Dios, llenándose de su amor y de las esencias de la vida espiritual. Se sumerge en Dios, que es delicia suprema [...]

            ADVERTENCIA.- En nuestras iglesias, como ya lo hacen, no se dé la Sagrada Comunión a las personas, hombres o mujeres, que no se acerquen a recibirla con las mangas largas. Además, encarecidamente suplico, que no se reciban a visitas en nuestro locutorios a las mujeres que no llevan mangas (camisa de tirantes) ni aun a las que no las lleven largas (camisas cortas). Eso no es digno de la pureza y presencia de Dios en que debe vivir el religioso.

BOP (Boletín Oficial Provincia), núm. 4 (enero, 1954), p. 6-10



El P. Valentín en la vida de la Madre María Josefa del Corazón de Jesús

Audiencia del Beato Juan Pablo II
a la Madre María Josefa
La Madre María Josefa del Corazón de Jesús (María Isabel Trinidad Marco Garmendia), Carmelita Descalza del Cerro de los Ángeles en proceso de canonización, fue una de las hijas predilectas de Santa Maravillas de Jesús. Supo mantener y conservar su espíritu, colaborando con ella en todas sus fundaciones. Antes y durante su priorato en el Cerro de los Ángeles (agosto de 1958) tuvo por confesor al P. Valentín durante más de treinta y tres años y casi todos los años les daba también a la comunidad los Ejercicios Espirituales.

Ahora hacemos mención de uno de los primeros testimonios de la relación entre la Madre María Josefa y el P. Valentín. Por expreso deseo de Maribelica (desde pequeña así la llamaban y la Madre Maravillas siguió utilizando esta forma cariñosa), debido a su gran amor por la Orden del Carmen y al Santo Hábito Carmelitano, la Madre Maravillas le concedió para el día de su profesión solemne (13 de Diciembre de 1943) un "capricho piadoso": que el celebrante de la Santa Misa fuera distinto del predicador para tener el gusto de que el P. Valentín predicara con la capa blanca del Carmelo. Reproducimos parte de la homilía que el Padre Valentín dirigió a la Hermana:

Hoja de Profesíón de la Madre María Josefa donde especifica:
"me impuso el Santo Velo y predicó M. R. Padre Prior de Madrid
y confesor de la comunidad, Valentín de S. Jose C.D.
"Amadísima Hermana María Josefa: Ha terminado de profesar en esta mañana; voy a ponerle el velo. Con toda voluntad ha dado V.C. la palabra a Dios de ser suya hasta la muerte y con el velo voy a ponerle el signo de que es de Jesucristo. Ya no se pertenece. Acto para V.C. trascendental y significativo. Lo dicen las palabras de la imposición: ""Toma este velo, señal de pureza y amor que presentarás ante el tribunal de Dios Nuestro Señor para poseer la vida eterna y vivir para siempre".




Santa Maravillas en la huerta
del Cerro con la Madre María Josefa
La Madre María Josefa, siguiendo los pasos de Santa Maravillas, ayudó incondicionalmente al P. Valentín y al resto de Carmelitas Descalzos. Muestra de su gran caridad fue la ayuda mostrada al P. Valentín para la fundación de frailes en Talavera de la Reina. Esto lo había sugerido Santa Maravillas tras haber hablado con la priora de ese pueblo y ver la necesidad espiritual del lugar. Para sufragar los gastos, la Madre Maravillas lanza un S.O.S al Cerro pidiendo ayuda. Escribe la Madre Maravillas con su característico gracejo en una carta:

"Atención, atención, ya Talavera va a tener un nuevo templo, dedicado a la Reina del Cielo y Madre Nuestra, y Reina también de la tierra, por dicha nuestra. Telefonea Manolo que mañana a las nueve de la mañana vienen a por el mi...llón, y yo no tengo el mi...llón y hay que entregarlo sin remedio".

La Madre María Josefa rápidamente acude a la ayuda de la Santa y los Padres Carmelitas Descalzos (en particular del P. Valentín). Con la herencia de Doña Catalina (madre de una hermana del Cerro), y durante todo el año 1959, la Comunidad del Cerro, con su priora a la cabeza, trabajan sin descanso ayudando a los preparativos de esta fundación.

Salen grandes cajones con vajilla, utensilios de cocina, ropa, ornamentos; hasta los últimos detalles para que la Comunidad de Padres Carmelitas pudiera empezar su vida de observancia sin ninguna dificultad material.

Faltaba la imagen de la Virgen del Carmen para el altar mayor, y la Madre María Josefa, incansable en su generosidad, quita la que tenia en el altar mayor de la iglesia del Cerro y la manda a Talavera.

Iglesia del Desierto de San José de las Batuecas
Pero la generosidad de la Priora del Cerro y su Comunidad no acaba aquí. Cuando el P. Valentín marcha de conventual al Santo Desierto de San José de Batuecas, lugar de tantos recuerdos para la Madre María Josefa, ya que fue la cuna de su vocación carmelitana cuando el 18 de noviembre de 1938 la Madre Maravillas le abrió las puertas de ese provisional conventico que luego cederá a la Orden para eremitorio, preocupada porque a los frailes les pueda faltar lo necesario tan apartados del mundo, manda la camioneta del Cerro con todo lo que pueda serles indispensable. Recoge lo que encuentra en casa: leche, legumbres, fruta, pescado, huevos, comida... hasta llenarla... Ha recibido una limosna y, en lugar de ocuparla para las muchas necesidades que hay en su convento, la dedica íntegra a ellos. La tierra hay que labrarla y piensa que un tractor les ayudaría en el campo y les aliviaría el trabajo duro que éste conlleva, y consigue el primer tractor. En otra ocasión ve lo imprescindible que es para ellos el teléfono, para que puedan comunicarse en caso de necesidad, y no duda en sacrificarse para obtenerlo. Lo mismo que una lavadora para poder lavar toda la ropa de la pequeña hospedería.

En otro orden de cosas, el P. Valentín aconsejó y ayudó con su oración y sacrificio a la Madre María Josefa para la defensa de la herencia teresiana. Como ya ocurrió en el pasado con María de San José y Ana de Jesús, dos de las predilectas hijas de Santa Teresa que defendieron las constituciones de 1581 redactadas por la Santa Reformadora del Carmelo, la Madre María Josefa luchó denodadamente para mantenerlas.

Así instaba el P. Valentín a las monjas a orar y sacrificarse para que el Señor les concediera lo que en el lecho de muerte quiso Santa Teresa ("Hijas y muy señoras mías: por amor de Dios les pido que guarden su Regla y Constituciones..."):

"Vamos a empezar la campaña de oración y sacrificios a Dios, instándole muy calladamente y en silencio de influencias humanas, acudiendo sólo a Dios, a pedirle la misma petición, para que Dios haga que nos conceda la renovación, como al principio, y es como manda el Concilio: Volver a las fuentes de los Fundadores".

La Santísima Virgen  pagó los esfuerzos y  valentía de estos dos hijos fieles de Santa Teresa, concediéndoles la aprobación de las Constituciones Teresianas en la fiesta de su Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre de 1990, a los noventa y dos monasterios que lo habían solicitado por medio de la Madre María Josefa que a la sazón era Presidenta de la Asociación Santa Teresa, iniciada por Santa Maravillas de Jesús.

Bibliografía

Carmelitas Descalzas del Cerro de los Ángeles, Breve Biografía de la Madre María Josefa del Corazón de Jesús, Getafe (Madrid), 2007. p. 198

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