Este blog es realizado por un grupo de seglares, enamorados del Carmelo Descalzo, que quieren dar a conocer la figura de este insigne hijo de Santa Teresa del s. XX. Eminente Carmelita Descalzo de la Provincia de Castilla, durante 35 años fue confesor y director espiritual de Santa Maravillas de Jesús. Restauró el Santo Desierto de San José de las Batuecas, donde vivió 23 años entregado en soledad a la oración y el sacrificio. Allí definitivamente se unió con el Amado el 14 de junio de 1989 en olor de santidad.


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- Madre Catalina de Cristo



Catalina de Balmaseda y Bustamante nació en Madrigal de las Altas Torres (Ávila) el 28 de octubre de 1544. Sus padres, de distinguido linaje, se interesaron en darle una sólida educación cristiana más que una esmerada formación escolar. A los veintiséis años fue a Medina del Campo a pedir hábito a la misma Santa Teresa, quien después de haberla conocido, se lo concedió muy gustosamente y le envió un billete en que le escribía: “Vuestra merced está recibida en esta casa con harta voluntad de todas las hermanas”. 

Tomó el hábito en octubre de 1571 como Hermana lega. Santa Teresa quiso que fuera Corista, a lo que la novicia se resistía, pero al fin profesó como tal en agosto de 1573. Desde un principio asumió la vida religiosa con todo entusiasmo. Por su buen entendimiento, la Madre Teresa, en los años difíciles de la Reforma, quiso conocer su opinión sobre las persecuciones que sufría la Descalcez. 

Cuando la Santa reanudó las fundaciones y llegó el momento de Soria, pensó en la Madre Catalina como piedra angular de esta casa. El Padre Gracián le expuso algunos reparos a la Madre, que ésta rechazó como impertinentes: “Calle, mi Padre, que Catalina de Cristo sabe amar mucho a Dios y es muy gran santa y tiene un espíritu muy alto, y no es menester saber más para gobierno. Ella será tan buena Priora como cuantas hay”. En junio de 1581 Santa Teresa funda en Soria y nombra a Catalina de Cristo primera Priora.

En 1583 viene a fundar  y regir el monasterio de Pamplona. En 1588 se traslada como fundadora y Priora del convento de Barcelona. Gobernó la comunidad hasta enero de 1593. Por entonces estaba muy enferma; su salud se iba deteriorando de día en día. Se esforzaba por mantenerse fiel a todo como una fervorosa novicia.

Murió el 3 de enero de 1594 asistida por un prestigioso Carmelita Descalzo, Padre Domingo de Jesús María Ruzola, quien después de haber expirado la Madre Catalina entonó el Te Deum. La predilección y la confianza con que la distinguió Santa Teresa, fundar y regir los conventos de Soria, Pamplona y Barcelona, son hechos que dicen mucho a favor de Catalina de Cristo, pero el mayor es su vida santa. Una vida que fue un fiel trasunto y prolongación del espíritu de su Santa Madre. Quien conoció bien a los dos escribió el elogio más acabado de la hija: “Vivo retrato suyo”.

Su estricta observancia a todo el contenido de su profesión, su oración y su viva presencia de Dios, su abnegación y penitencia, su finísima caridad, su prudencia en el gobierno, fueron el entramado de su vida. Llama la atención sus consejos sobre las virtudes teologales y morales y sobre las prácticas de la vida religiosa. Cuantos convivieron con ella, cuantos la conocieron y trataron, quedaron impresionados por la fuerza espiritual que trascendía su persona.

Leonor de la Misericordia obtiene la disposición de que su cuerpo incorrupto sea trasladado a Pamplona. La comitiva sale de Barcelona el 3 de abril de 1604 y llega a Pamplona el día 15. Bajo la custodia de las monjas se venera hoy en una hermosa urna de nogal en la sala capitular del convento.

Hacia 1620 se iniciaron las informaciones en orden al proceso de su beatificación. Las declaraciones de estos procesos desaparecieron en la  Desamortización de 1835. Las Carmelitas Descalzas de Barcelona, deseando que la figura de esta preclara hija de Santa Teresa resplandezca en el puesto de honor que merece, han promovido su causa de beatificación en nuestros días. La comisión para el estudio del proceso histórico ha concluido ya su fase previa, y se espera que la apertura oficial del proceso tenga lugar muy pronto. Con este motivo se está difundiendo la vida de la Venerable, y son varias las personas que atestiguan que por su intercesión se han sentido favorecidas.

Bibliografía

- Bonifacio Luengas de Santa Teresa: Las Carmelitas Descalzas de Pamplona, Reseña Monográfica, Pamplona ,1983. pp. 25-28.

- Leonor de la Misericordia: Relación de la vida de la Venerable Catalina de Cristo, Editorial Monte Carmelo, Burgos, 1995.

- Miguel Bautista de Lanuza: Vida de la Venerable Madre Catalina de Cristo, Librerías París-Valencia, Valencia, 1999.
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